viernes, 23 de julio de 2010

Paseo en Paisaje



Largo tiempo de oficio se tiene en la mirada
para sacar, a mano y de una tela ordinaria,
las cualidades de estos paisajes,
las propias del espacio y de la luz.

Si los miro,
Descubro armonía entre sus elementos,
Cifrados en un lenguaje plástico de contrastes.
Cada uno sosteniendo la presencia del otro,
En un engranaje de constelaciones de color.
.
Si los toco,
Redescubro cada huella en el lugar preciso
Donde cruzarse con otra
En un ir y venir de pisadas de pincel,
De lo que fuera un baile de miradas sobre la tela.

Manos que se posan
como amarillas alas sobre sus verdes sitios.
La experiencia directa del color dará descanso a los ojos
y, al cobijo de un árbol o al contrapelo de una brisa marina,
querremos pedalear sobre un tenue trazo rojo.

Amantes

Amor,
no te quiero mío,
ni fundir tu fresco contorno,
(el que te hace diferente)
en el hueco cálido de mi abrazo,
conmigo y mis costumbres.
Si nos pertenecemos
¿seremos amantes
aquellos que se aman o
seremos otra cosa?
Un reino de temas recurridos,
Besarse los besos ya besados,
Nuestros sueños
confundidos
el uno en el otro,
en un mutuo acuerdo,
en un lugar para cada cosa
y mi felicidad
en el hueco cálido de tu abrazo.

La Aprendiz

Me iría tres años, cinco, siete...
Para volver con tantos regalos
De seda, de marfil y plata.
Los presentes de la visitante
que no se quiere ir más.
Yo,
que arrancaría el botón de mi garganta
para desnudar mis pequeños pechos
que quisieran rodearte...
Me iré tres años, cinco o siete...
Para volver sin caballo
y con el vientre descubierto
y descalzos mis pies
_ya más largos que los tuyos,
de tanto andar este regreso_
Tocaré con mis dedos tus oídos,
como susurrando tu nombre,
como canción de cuna.
Yo
rogaré al más rico en mi riqueza
_años hará que viaje
recopilando dones que darte-
Que me revele
el secreto que no pude aprender:
"La cadencia con que tocarte.
Lavaré el templo que te sostiene;
Soy la aprendiz de tu cuerpo"